Hipovitaminosis D, un problema de salud en México

Es bien sabido que la vitamina D es una prohormona que tiene un papel fundamental en el metabolismo óseo y la inmunidad, sin embargo, se ha renovado el interés en la vitamina D desde que varios estudios han sugerido que sus niveles en sangre están inversamente asociados a diferentes enfermedades infecciosas y crónico degenerativas.1

Diversos estudios han encontrado la elevación de los valores de la vitamina D en verano, y su disminución en invierno, debido a la influencia de los rayos ultravioleta B (UVB), que aportan el 90 % de la vitamina, Sin embargo, también se ha encontrado hipovitaminosis D en regiones soleadas.2,3

Para conocer el estado de vitamina D en la población mexicana, en 2011 se tomaron datos de la ENSANUT 2006. Se midieron las concentraciones séricas de 25(OH)D en 1,025 niños, 513 adolescentes y 964 adultos. Los valores entre 20 y 30 ng/ml se consideraban como insuficiencia, mientras que los valores por debajo de 20 ng/ml se consideraban como deficiencia. 2,3 

Se encontró que 1 de cada 2 niños en edad preescolar tiene insuficiencia o deficiencia de vitamina D, así mismo, el 52 % de los niños que viven en la Ciudad de México tienen insuficiencia o deficiencia de vitamina D, siendo más común la hipovitaminosis en niños de áreas urbanas que de áreas rurales.2

En adolescentes, la deficiencia de vitamina D fue del 8%, mientras que la insuficiencia fue del 23%. En adultos, la deficiencia de vitamina D fue del 9.8 %, mientras que la insuficiencia fue del 20%.2

La vitamina D ha demostrado ser eficaz para disminuir la morbimortalidad por COVID-19, ya que favorece la anticoagulación, modula la inmunidad innata y adquirida, disminuye la expresión del gen de renina y mejora la función endotelial, por lo cual puede administrarse de manera preventiva o como tratamiento de la infección activa de COVID-19.4

Meltzer et. al. estudiaron la relación entre la deficiencia de vitamina D con el resultado positivo de PCR para COVID 19. Se definieron 3 grupos: probablemente deficiente (último valor deficiente sin aumento de tratamiento con vitamina D), probablemente suficiente (último valor no deficiente sin aumento de tratamiento con vitamina D) y deficiencia incierta (último valor deficiente y aumento del tratamiento con vitamina D y último valor no deficiente y reducción del tratamiento).5

Encontraron que las personas con deficiencia probable de vitamina D presentaron un riesgo significativamente mayor de tener PCR (+) para COVID 19. Además, pacientes con deficiencia de vitamina D que recibieron aumento en el tratamiento con vitamina D obtuvieron menor riesgo de presentar PCR (+) para COVID 19, lo que se tradujo en un efecto protector contra la infección de COVID-19.5

Se estima que la 1-25(OH)2D3 regula cerca del 3 % del genoma humano, sus acciones incluyen la diferenciación celular, regulación del sistema renina-angiotensina-aldosterona, regulación del sistema inmune (producción de defensinas), regulación de la insulina, regulación olfativa, visual y auditiva y protección contra procesos neurodegenerativos.2

Debido a las razones previamente mencionadas, se ha encontrado en diversos estudios que la hipovitaminosis D está relacionada a la epidemia de enfermedades crónicas, entre las que se encuentran diabetes tipo 2, síndrome metabólico, hipertensión arterial, artritis reumatoide, esclerosis múltiple, tuberculosis, cáncer de mama, próstata y colon.2

En México existe suficiente evidencia para poder hablar de la hipovitaminosis D como un problema de salud de suma importancia, incluso Clark et. al. mencionaron que el 46.8 % de la población mexicana por encima de los 14 años padece de insuficiencia de vitamina D. La evidencia es clara, cada vez existe mayor relación entre la hipovitaminosis D y un sinfín de enfermedades crónico degenerativas.

REFERENCIAS

  1. Borel, P., Caillaud, D., & Cano, N. J. (2013). Vitamin D Bioavailability: State of the Art. Critical Reviews in Food Science and Nutrition, 55(9), 1193–1205.
  1. M. Flores, L. M. Sánchez Romero, N. Macías, A. Lozada, E. Díaz, and S. Braquera. (2011). Concentraciones séricas de vitamina D en niños, adolescentes y adultos mexicanos. Resultados de la ENSANUT 2006.; Primera.; Instituto Nacional de Salud Pública: Cuernavaca, México, Instituto Nacional de Salud Pública.
  1. Elizondo-Montemayor, L., Castillo, E. CRodríguez-López, C., Villarreal-Calderón, J. R., Gómez-Carmona, M., Tenorio-Martínez, S., Nieblas, B., & García-Rivas, G. (2017). Seasonal Variation in Vitamin D in Association with Age, Inflammatory Cytokines, Anthropometric Parameters, and Lifestyle Factors in Older Adults. Mediators of Inflammation, 2017, 1–14.
  1. Vyas N, et al. Vitamin D in prevention and treatment of COVID-19: current perspective and future prospects. (2020). Journal of the American College of Nutrition.
  1. Meltzer DO, et al. Association of vitamin D status and other clinical characteristics with COVID-19 tests results. (2020). JAMA Network Open;3:e2019722. 
  1. Clark, P., Vivanco-Muñoz, N., Piña, J. T., Rivas-Ruiz, R., Huitrón, G., Chico-Barba, G., Reza-Albarrán, A. A. (2015). High prevalence of hypovitaminosis D in Mexicans aged 14 years and older and its correlation with parathyroid hormone. Archives of Osteoporosis, 10(1).
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